Historia de un mankini y un buda

Quiso hacer mutis por el foro, desaparecer, desviar la atención, dejar que pasara el tiempo; hacerse el maje, vaya. Pero la audiencia de Amelie Radio lo tenía claro, el mankini no iba a dejarse pasar por alto así como así. Por eso, cierto día, solicitando penitencias para Mole y Moloña (que no habían leído una lectura impuesta por la libróloga Sandra, pero no yo sino la alumna) nuestros "radiotelevidentes" decidieron que el mejor castigo por no leer Aleph, de Paulo Coelho, era  rapear versos de Romeo y Julieta y hacerse el mankini. Y aunque Moloña resultó también trasquilado, por espléndido y solidario, se cumplió la penitencia; y el mundo y la mismísima Amelie vieron con sus ojos los maravillosos vellos pectorales de Mole luciendo un mankini como ningún otro lo luciría; y a Moloña con la cabeza al descubierto tras un brevísimo pene de pelo adornándole la tapa de los sesos. ¡Ay!, la vida regala momentos que una depiladora femenina no debería ver jamás.