Turismo espacial

Si te sobraran 20 millones de dólares, ¿pasarías 11 días en la Estación Espacial Internacional? Hasta la fecha ya ha habido al menos media docena de turistas espaciales, gente que sin una misión científica determinada han arriesgado el físico para ver la Tierra a más de 300 kilómetros de distancia; o sea, por encima de la atmósfera, cuando la gravedad deja de empujarnos hacía la superficie terrestre. Imaginar por un segundo dejar de sentir gravedad me hace experimentar una sensación de vértigo que no creo que se asemeje ni por un instante a estar suspendida en el espacio exterior. Y sin embargo, hay personas que vencen ese miedo y se embarcan en una Soyuz para experimentar esa visión de la Tierra. ¿Qué nos parecerá más vulnerable la pachamama o nosotros mismos? Porque si esa visión abarcable con tus propios ojos de la Tierra creara en las conciencias un sentido de responsabilidad puro para cuidarla y dejar de desbaratarla, mandaría ya mismo rumbo a la Estación Espacial Internacional a los grandes magnates del petróleo, de las industrias pesadas, farmacéuticas y armerías, a ver si les entra en el coco que si no la cuidamos nos jodemos todos. Porque si bien la ciencia nos ha permitido explorar nuestro sistema solar, seamos sinceros, ¿a dónde iríamos? O la NASA y la ESA y las demás agencias espaciales tienen un as bajo la manga, o una catástrofe como el impacto de un cometa o la devastación total de los recursos nos haría colapsar sin remedio, y extinguiríamos una raza sobre la que ni siquiera hemos tenido tiempo de estudiar sus inequívocos orígenes, si es que los hay. En fin, son cosas que solo un viaje al espacio me hace pensar; con los pies puestos en la Tierra, lo importante es pagar las facturas y hacer de una vez que la dieta me quite los dos kilos de más que me sobran. Cosas del turismo espacial.

Y tú, ¿viajarías al espacio? Y si te ofrecen un viaje fuera de nuestro sistema solar, ¿irías, aunque eso implicara no volver a la Tierra?